Tener fe en la razón. Una reflexión de Benedicto XVI
Centrando la mirada en Cristo, las enseñanzas de Benedicto XVI desarrollan la íntima conexión que existe entre las tres virtudes teologales y la Verdad Encarnada, el Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, no nos es posible creer en Jesucristo, amarlo y esperar en Él, si no conocemos su verdadero rostro, que se revela al intelecto humano iluminado por la fe. Este hecho pone en evidencia que el hombre necesita su natural capacidad de conocer la verdad para poder descubrir el rostro de Cristo. Si se disocia de la razón, la fe cristiana pierde credibilidad y se convierte en una opción existencial arbitraria, pues resulta imposible argumentar racionalmente sobre ella. Por otra parte, las relaciones sociales y políticas se deshumanizan si se expulsa de la vida pública a las razones de la fe, porque una cultura que cierra sus puertas a Dios deja también afuera al hombre. Podremos alejar estos peligros sólo si la razón y la fe se reencuentran de un modo nuevo. Sin embargo, antes tenemos que recuperar la fe en la razón, es decir, nuestra confianza en su capacidad de conocer la verdad en toda su amplitud.