Conferencia Internacional
San Josemaría y el pensamiento teológico
Roma, 14, 15 y 16 de noviembre de 2013
Hace veinte años, el entonces cardenal Joseph Ratzinger envió un mensaje a los participantes en un Simposio teológico sobre las enseñanzas de san Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), organizado en Roma por la Universidad de la Santa Cruz, poco después de su beatificación. Los siguientes párrafos pertenecen a este mensaje de notable interés:
«La Teología, que nace de la fe, es subalterna respecto al saber que Dios tiene de sí mismo, y del que los santos gozan ya de un modo inmediato y definitivo (…). Pero la consideración de la Teología como ciencia subalterna respecto al saber de Dios y de los santos no sólo implica una tensión hacia la escatología (…). Implica también, en virtud de su mismo concepto, una referencia a aquella unión vital con Dios que resulta posible, ya en la tierra, a aquellos que, abriéndose con fe a la palabra divina, se la apropian no sólo con la inteligencia sino con la totalidad del corazón (…). En este sentido, el trabajo de los teólogos es siempre “secundario”, relativo a la experiencia real de los santos (…).
Resulta oportuno, e incluso necesario, que en cuanto teólogos escuchemos la palabra de los santos para descubrir su mensaje: un mensaje multiforme, por cuanto los santos son muchos y cada uno ha recibido su carisma particular; y al mismo tiempo unitario, porque los santos remiten al único Cristo, al que se unen y cuya riqueza nos ayudan a penetrar.
En esta sinfonía múltiple y unitaria, en la que, como diría Möhler, consiste la tradición cristiana, ¿qué acento lleva consigo el beato Josemaría Escrivá?, ¿qué impulso recibe a su luz la Teología?».
J. RATZINGER, Mensaje inaugural al Simposio teológico de estudio sobre las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá. Roma, 12-X-1993, en: AA.VV., Santità e mondo, Libreria Editrice Vaticana, Roma 1994, pp. 20-21.
Las preguntas del cardenal Ratzinger comenzaron a encontrar respuesta en los estudios publicados durante los años sucesivos a la beatificación, sobre todo en torno al 2002, año del centenario del nacimiento de san Josemaría y de su canonización. No obstante, la amplitud y la originalidad de la enseñanza de san Josemaría –reconocido por muchos como precursor del Concilio Vaticano II respecto a la llamada universal a la santidad y a la santificación a través de las actividades temporales, seculares y civiles del cristiano− merece la atención de los estudiosos que se plantean la posibilidad de enriquecer la investigación teológica con la escucha de la palabra de los santos.
El presente Congreso será una ocasión privilegiada para reflexionar sobre este tema a partir de un concreto corpus de doctrina espiritual que resulta particularmente adecuado a esta finalidad. Con palabras de Juan Pablo II,
«Josemaría Escrivá de Balaguer, como otras grandes figuras de la historia contemporánea de la Iglesia, puede ser también fuente de inspiración para el pensamiento teológico. En efecto, la investigación teológica, que lleva a cabo una mediación imprescindible en las relaciones entre la fe y la cultura, progresa y se enriquece acudiendo a la fuente del Evangelio, bajo el impulso de la experiencia de los grandes testigos del cristianismo. Y el beato Josemaría es, sin duda, uno de éstos».
BEATO JUAN PABLO II, Discurso a los participantes en el Simposio teológico de estudio sobre las enseñanzas del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer, Roma, 14-X-1993, en: AA.VV., Santità e mondo, cit., pp. 10-11.